En una hoja nueva insertaremos un gráfico, por ejemplo el del IBEX 35. A continuación, en el apartado ‘gráficos’, superpondremos otro, en este caso el del SP500. Luego, en el apartado ‘indicadores’ buscaremos y aplicaremos el denominado ‘RSC’. La ventana ‘RSC_.IBEX SPX’ será con la que trabajaremos a partir de aquí (véase la primera Figura).

Lo que podemos ver en el gráfico es el comportamiento relativo entre los valores (índices en este caso) seleccionados. Así, observamos cómo el IBEX 35 se comportó mejor hasta octubre de 2005, donde cogió el testigo el SP, para a partir de finales de enero volver a comportarse mejor relativamente nuestro índice.
Varias son las utilidades: en primer lugar, si admitimos la importancia (en este caso concreto) de los mercados americanos para el curso de los acontecimientos en los nuestros, este indicador nos va a dar pistas de qué puede pasar en el futuro. Si vemos unos índices americanos alcistas o laterales y un pequeño freno en los nuestros (por ejemplo, como se puede ver en la Figura 151 en la parte final, donde el Ibex parece consolidar sus subidas comparadas), en el momento en el que este índice vuelva a arrancar podremos tener un aviso de que el Ibex va a volver presumiblemente a tirar con fuerza.
Pero, sobre todo, para lo que sirve este índice es para utilizar la estrategia combinada del largo en un valor y corto en otro. Su ventaja es clara: jugamos de igual manera con un gráfico, con análisis técnico, pero eliminamos el riesgo de mercado. Nos va a dar igual que los índices suban o bajen porque presupondremos que nuestros valores lo harán ambos. Lo que nos interesa es que en el que nos hayamos puesto largos lo haga relativamente mejor que el otro.
Y todo porque con este índice podremos aplicar medias (tendencias) e indicadores como el RSI (Figura final).
Por ejemplo, mediante este gráfico, con los indicadores mencionados, podemos afirmar que la tendencia es alcista para el IBEX 35 aunque ahora se encuentra consolidando. Podemos esperar a la ruptura de la directriz bajista señalada en el RSI para volver a entrar largos en dicho índice y cortos en el SP.
Pero, como siempre, tendremos que tener claros con anterioridad nuestros puntos de objetivo y de stop, sabiendo lo que estamos dispuestos a arriesgar. Tengamos en cuenta que, a cambio de eliminar el riesgo global de los mercados, habremos de pagar algo más de comisiones (tenemos que comprarlos y venderlos los dos).
Una última consideración: cuando comenzamos a hablar de los indicadores dijimos que pueden funcionar per se, porque indican, o bien porque la masa de inversores simplemente actúan ante sus señales porque dan buenos resultados, sin fijarse en lo que hay detrás. Para poder aprovecharnos de ambas cosas, debemos aplicar este indicador, esta estrategia, a valores que tengan algo que ver, en los que podamos presuponer que otros inversores, especialmente los grandes, se dediquen a hacer arbitraje entre ellos. Por ejemplo, en nuestro mercado, SAN y BBVA o ELE e IBE.

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